domingo, 17 de julio de 2016

Aroma a FIL

Las Feria del Libro iniciales eran muy modestas, sencillas, totalmente humildes.

Se percibían más humanas, lejanas de toda ambición editorial mercantilista, cosa que en la actualidad ya no se respira.


De ese aroma a barato color desesperanza, ya no queda nada, pues ya olvidaron los desesperados esfuerzos por atraer a los posibles lectores, carentes de recursos de una sociedad peruana desalentada por los altos costos de importación en libros, y que a su vez llevaran el ritmo disparejo de la educación carente. 

Las escasas editoriales y librerías en extinción, se esmeraban en regalar libros al paso entre stand y stand en libre competencia de mercado. Entregaban al caminante que ingreso con un sol a la FIL extinta, sendos afiches, posters, separadores de lectura y casi en todos versaba un mensaje: "Te públicamos tu libro gratis".



Considero que a raiz de ello, surgieron muchos arribistas nada literatos del mundo de chollywood y bataclan mundo, que se treparon a escribir cualquier bodrio y que abundan actualmente. Eran tiempos en que no se veian narices respingadas ni cuellos que miran sobre el hombro y que ahora circulan como si lo merecieran todo.

Hoy, al parecer se cree estar alcanzando ese preciado boom gastronómico mixturiento, y las editoriales se están montando en el desbocado galope angurriento de encarecer los libros, en un mundo que prefiere las pantallas y el disfrute de la agilidad del dedo al desplazarse en el mundo virtual y el total free streaming.



Perder el mercado es fácil, su fragilidad radica en los respiros del egoísmo, tal como la historia de los bancos actuales que asfixian a sus teleoperadoras nos embutan las tarjetas de crédito; después de una era por los 90´en que todos ahorrábamos bajo el colchón y los amplios salones bancarios estaban desiertos, y la mayoría ganábamos muchos intereses en la defenestrada CLAE. Tan solo hoy los intereses son solo unos dígitos tipo byte, que ningún drone podrá fotografiar.

Los boom solo encarecen y terminan por convertir en frankeinstein a la sociedad sin cultura. No importa si leen sin comprender, la cosa es que compren así no sea literatura que nutra.


Por ejemplo, en esta XXI Feria Internacional del Libro (del 15 al 31/julio 2016), la publicación de Dross, (youtuber famoso), cuesta S/ 55 soles, ocasionando que todos prefieran la versión pirata de 10 soles en las librerías de Amazona, por el centro histórico.

Siendo un libro enano en páginas, similar al de Pedrito Suarez Vertiz que cuesta S/ 20 soles, solo nos cabe razonar, si la mezquindad puede más que el recuerdo.

Y la entrada debería ser libre, inclusiva, nada discriminatoria, amplia; como para que los pobres empiezen a suspirar profundos versos de esperanza, solo así se llega al mundo de Cervantes, Aligieri, Platon, Nostradamus, Moises (por mencionar solo un libro religioso, entre el universo de sectas dispares "Pare de Sufrir", que regalan por miles, en las esquinas sus publicaciones).

El mundo debe empezar a rotar con ese magnetismo propio de sublimes fuentes de energía humana extra natural, que comparten felicidad.

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