sábado, 12 de julio de 2014

Mundial Endiablado 2014

Como mis amigos han puesto sus criterios de hinchada apasionada desde sus tribunas pidiendo a gritos de barra brava en favor de Argentina que pateara pelota por el honor latinoamericano, veo la necesidad de dar mi opinión interplanetaria de extraterrestre desde mi palco  VIP anti gravitacional con respecto a este mundial brasileño 2014 que pasara a la historia como uno de los más incendiarios.

Justifico mis criterios en bases a las manifestaciones ciudadanas no solo en sus calles antes, en y después de la inauguración, además de  los trámites gubernamentales ocultos de las sobre dimensionadas infraestructuras edificadas, abuso de poderes entre inversionistas sin conciencia, políticos y funcionarios de gobierno asociados con la FIFA;en fin la lista puede ser más larga de lo que vean nuestros ojos en esta generación. 

Todo un juego bonito de ideales tras las pateadas de pelota de cancha a cancha que no se ha dado, mordidas, cabezazos, columnas partidas y metro sexuales fílmicos. Todo un extracto de mediocridades increíbles que mueven toneladas de dinero.Estoy convencido que los únicos ganadores fueron los publicistas y periodistas que no juegan ni vóley de los sesenta.

Este post lo pongo a vista del partido final que se dará el domingo 13, (para variar una fecha neo cabalística); entre la nación más lechera y lagrimona del mundo como es la de Argentina y de la otra parte Alemania, digna representante de un fútbol de “Calidad Total de Primer Nivel” que más parece la naranja mecánica en su primera aparición.Selecciones de dos mundos incomprendidos e imperceptibles si se ven desde solo sus ángulos terrenos (salvo nos demos una vueltita de convivencia).

Anoche estaba cavilando un poco sobre esta final que solo la veo simpática por tratarse de un reencuentro casi místico entre estas dos selecciones ya clásicas con eventos repetitivos. Pensaba que mi ideal de mundial hubiera sido que las selecciones con mucho más mérito como Colombia, México, Chile y Costa Rica hubieran sido las auténticas finalistas frente a selecciones de rango como Alemania y Holanda.


Pero, apasionamientos aparte voy al grano sobre el fútbol latino versus europeo. Son dos mundos abismales, se enfrentan en realidad el fútbol de un mundo de consumo subdesarrollado contra una comunidad europea que vive la “Calidad total de altos estándares de vida” no solo en el consumo si no en el espíritu. Basta recordar para abreviar los dos últimos partidos de Brasil y Argentina, su fútbol es el de siempre, un juego de farsas, engaños y timos agresivos para sorprender al referí, mientras que el juego de los representantes europeos es disciplinado, organizado y dedicados a jugar la pelota con respeto y estrictamente ceñidos a las pautas del director técnico, incluso la salida de la cancha por cambio de jugador era de lo más educada lo cual no ocurre con los malos modales latinos.

Recuerdo que ante tanto engaño de los argentinos el defensa holandés lo pone en su sitio reclamándole sea verdadero, pues en Europa la palabra basta y es parte fundamental de credibilidad. No he visto juego farsante de parte del otro lado del atlántico, el juego es meter gol a lo mero macho.

Por esto es que opino que si vemos el fútbol como disciplina debe ganar Alemania, pero si seguimos viendo el deporte como salvajismo subdesarrollado debe ganar Argentina. Es la final de finales en donde se decidirá si les damos el ejemplo a seguir a nuestras naciones tan mal venida a menos en estos últimos años de corrupción milenaria que se ha recrudecido a nivel global. Ese es mi resultado de todo esto, o superamos o seguiremos en lo mismo.

Cierro el tema diciendo que mi ideal de final era entre Alemania y Costa Rica, juego dinámico nunca estático. Fin de esta pompa de jabón futbolística, queda el morbo eterno de brasieres y celulares. A llenar estadios y divertirnos sanamente, de lo contrario tendremos que desarrollar la odaxelagnia.

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