lunes, 24 de junio de 2013

BITACORA DE VUELO DE VICTOR HUGO...♫


No es fácil para los lingüistas, miembros de la academia española, o ISBNs del mundo; comprender lo que es un dialogo moderno, el chat intelectus de hoy no es directo, es indirecto, comprender de parte de ellos lo que es una red no va más allá de la de pescar físicamente lo ortográfico inexistente. Hoy todos estamos conectados, nadie conversa, todos se observan, hacen su apunte, enlace o comentario…es suficiente!… lo demás lo soporta un blog o imagen…esto dialogaba en mudo con mi amigo Alberto Muñoz, de grandes lides bibliotecológicas sanmarquinas desde Indiana Jones hasta el Halcón Milenario, así que de parte del comándate Data, le pase en limpio los apuntes de su catedra al aire libre dictadas tantas veces en los jardines desaparecidos bajo la mole del hoy estadio de San marcos, aquí lo clásico en medio del smog televisivo no recyclable:
·         Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga.

·         Juzgaríamos con mucha más certeza a un hombre por lo que sueña que por lo que piensa.

·         A nadie le faltan fuerzas; lo que a muchísimos les falta es voluntad.

·         Lo que conduce y arrastra al mundo no son las máquinas sino las ideas.

·         No son las locomotoras, sino las ideas, las que llevan y arrastran al mundo.

·         La humildad tiene dos polos: lo verdadero y lo bello.

·         Lo que bien se piensa, bien se expresa.

·         Las que conducen y arrastran al mundo no son las máquinas, sino las ideas.

·         La melancolía es la felicidad de estar triste.

·         Imputar la revolución a los hombres es imputar la marea a las olas.

·         La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano.

·         Cuando el amor es feliz lleva al alma a la dulzura y a la bondad.

·         Dios es la evidencia invisible.

·         El sufrir merece respeto, el someterse es despreciable.

·         Todo poder es deber.

·         ¿Qué es un envidioso? Un ingrato que detesta la luz que le alumbra y le calienta.

·         Nada tan estúpido como vencer. La verdadera gloria está en convencer.

·         No existen países pequeños. La grandeza de un pueblo no se mide por el número de sus habitantes, como no se mide por la estatura la grandeza de un hombre.

·         El ojo ve bien a dios solamente a través de las lágrimas.

·         Los cuarenta son la edad madura de la juventud. Los cincuenta la juventud de la edad madura.

·         En los ojos del joven arde la llama. En los del viejo, brilla la luz.

·         La conciencia es la presencia de dios en el hombre.

·         Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras que el género humano no escucha.

·         Quien me insulta siempre, no me ofende jamás.

·         Ser bueno es fácil; lo difícil es ser justo.

·         La belleza es tan útil como lo útil. Tal vez más.

·         El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.

·         La suprema felicidad de la vida es saber que eres amado por ti mismo o, más exactamente, a pesar de ti mismo.

·         No hay malas hierbas ni hombres malos; sólo hay malos cultivadores.

·         Cuando el niño destroza su juguete, parece que anda buscándole el alma.

·         Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien.

·         La libertad de amar no es menos sagrada que la libertad de pensar. Lo que hoy se llama adulterio, antaño se llamó herejía.

·         A las mujeres les gusta sobre todo salvar a quien las pierde.

·         El infierno está todo en esta palabra: soledad.

·         La fidelidad de muchos hombres se basa en la pereza, la fidelidad de muchas mujeres en la costumbre.

·         El trabajo endulza siempre la vida, pero los dulces no le gustan a todo el mundo.

·         Ciertos pensamientos son plegarias. Hay momentos en que, sea cual fuere la actividad del cuerpo, el alma está de rodillas.

·         El amor casto engrandece a las almas.

·         El amor abre el paréntesis, el matrimonio lo cierra.

·         Ningún ejército puede detener la fuerza de una idea cuando llega a tiempo.

·         Los ojos no pueden ver bien a dios, sino a través de lágrimas.

·         El cuerpo humano no es más que apariencia, y esconde nuestra realidad.

·         No olvidemos jamás que lo bueno no se alcanza nunca sino por medio de lo mejor.

·         Una casa sin hijos es una colmena sin abejas.

·         La arquitectura es el gran libro de la humanidad.

·         Los animales son de dios. La bestialidad es humana.

·         Inspiración y genio son casi la misma cosa.

·         El recuerdo es vecino del remordimiento.

·         El matrimonio, como los injertos, prende bien o prende mal.

·         El hombre tiene el amor por ala, y el deseo por yugo.

·         ¿Popularidad? Eso es la gloria en centavos.

·         La pena de muerte es signo peculiar de la barbarie.

·         El deber tiene una gran similitud con la felicidad de los demás.

·         Si tenéis la fuerza, nos queda el derecho.

·         La primera igualdad es la equidad.

·         Atreveos: el progreso solamente se logra así.

·         ¡Cosa curiosa! El primer síntoma del amor en un joven, es la timidez; en una joven, es la audacia.

·         El amor es un ardiente olvido de todo.

·         Es una cosa bastante repugnante el éxito. Su falsa semejanza con el mérito engaña a los incautos.

·         El alma tiene ilusiones, como el pájaro alas. Eso es lo que la sostiene.

·         El agua que no corre hace un pantano; la mente que no trabaja hace un tonto.

·         La fuerza más fuerte de todas es un corazón inocente.

·         La tolerancia es la mejor religión.

·         Ser discutido, es ser percibido.

·         Hay tantas mujeres bellas, pero no hay perfectas.

 
Biografía de Victor Hugo



·         Nace: 26 de febrero de 1802

·         Lugar: Besanzón, Doubs, Francia

·         Muere: 22 de mayo de 1885

·         Lugar: París, Francia



Poeta, novelista y dramaturgo francés cuyas obras constituyeron un gran impulso al romanticismo, llegando a ser el más importante de los escritores románticos en francés.

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