Siempre he admirado a los genios porque se me acercan, no
importa desde el otro mundo o por envidia al haberse casado con la novia de mis
tíos pajeros: Rita Hayworth.
Uno de ellos es el cineasta George Orson Welles (nació 06-05-1915-fallecio en 1985),
creador de inolvidables obras de teatro, de programas radiofónicos y, sobre
todo, de películas que han pasado a la historia como “Otelo”, “Sed de Mal” o “El
proceso”.
Con la que debuto en el séptimo arte con solo 24 años fue “Ciudadano
Kane” (A).
A parte del escándalo mundial de enloquecer a millones de
escuchas con la invasión ovni con su emisión especial por radio cuando fue
locutor, adaptando para la CBS la obra “La guerra de los mundos”, que logró
sacar a la calle a cientos de personas convencidas de que había comenzado una
invasión extraterrestre; lo que me llama más la atención de estudio son sus
frases geniales, aquí les comparto un resumen de toda su genialidad en sus
mejores frases:
a-
"Nacemos solos, vivimos solos, morimos
solos. Únicamente a través del amor y la amistad podemos crear la ilusión
momentánea de que no estamos solos".
b-
"El enemigo del arte es la ausencia de
limitaciones".
c-
"Odio la televisión del mismo modo que
detesto los cacahuetes. Pero no puedo dejar de comer cacahuetes".
d-
"Tener o no un final feliz depende de dónde
decidas detener la historia".
e-
"Lo peor es cuando has terminado un
capítulo y la máquina de escribir no aplaude".
f-
"El escritor necesita una pluma, el pintor
un pincel, el cineasta todo un ejército".
g-
"Me he pasado la mayor parte de mi vida
adulta tratando de demostrar que no soy irresponsable".
h-
"No rezo porque no quiero aburrir a
Dios".
i-
"Prefiero los viejos maestros, es decir
John Ford, John Ford y John Ford".
j-
"Dirigir películas es un refugio perfecto
para los mediocres".
Nota: (A)
“Ciudadano Kane”, una película basada en la vida
de William Randolph Hearst, magnate de la prensa, propietario de dos
importantes periódicos. Hearst intentó prohibir la proyección, pero
la cinta se estrenó en 1941, cuando Orson contaba 24 años, con un
gran éxito de crítica.
La segunda película fue “El cuarto
mandamiento” estrenada 1942, basada en una novela de Booth Tarkington,
premio Pulitzer en 1919.
Tras rodar “El extraño”, se dedicó en
1948 en la dirección de “La dama de Shanghai”, que pasará a la historia
por la escena de la habitación de los espejos.
Welles se compenetró mucho en la adaptación
de la novela de Franz Kafka, El proceso, y en la literatura de Shakespeare a
través de tres películas: “Macbeth”, “Otelo” y “Campanadas a
medianoche”, interpretada por él mismo.
Un genio del cine se los dije, mi pataxa, manyas… DZM
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